Los antecedentes de los inmigrantes y refugiados pueden variar según su país y región de origen, pero en algún momento, comparten la misma experiencia de tener que abandonar sus países de origen y, la mayoría de las veces, no pueden regresar debido a preocupaciones de seguridad. Antes de abandonar sus hogares, los refugiados pueden estar expuestos a enfermedades no diagnosticadas, debido al sistema de salud deficiente, la pobreza, y pueden ser objeto de violencia, lo que resulta en un trauma físico y psíquico complejo. Muchos refugiados, especialmente niños, han experimentado traumas relacionados con la guerra o la persecución que pueden afectar su salud mental y física mucho después de que hayan ocurrido los hechos. Estos eventos traumáticos pueden ocurrir mientras los refugiados están en su país de origen, durante el desplazamiento de su país de origen o en el proceso de reasentamiento en su nuevo país. Mientras estaban en su país de origen, los niños refugiados pueden haber experimentado eventos traumáticos o dificultades que incluyen: Violencia (como testigos, víctimas y/o perpetradores), guerra, falta de alimentos, agua y refugio, lesiones físicas, infecciones y enfermedades, tortura, trabajo forzado, agresión sexual, falta de atención médica, pérdida de seres queridos, interrupción o falta de acceso a la educación.
 

Durante el desplazamiento, los niños refugiados a menudo enfrentan muchos de los mismos tipos de eventos traumáticos o dificultades que enfrentaron en su país de origen, así como nuevas experiencias tales como: Vivir en campamentos de refugiados, separación de la familia, pérdida de la comunidad, incertidumbre sobre el futuro, acoso por parte de las autoridades locales, viajar largas distancias a pie, miedos y frustraciones de detención. Adoptamos un enfoque holístico de la salud que incorpora el bienestar físico, mental y social, un enfoque que probablemente resuene con la visión del mundo de la mayoría de los refugiados. A pesar de tener un mayor riesgo de sufrir algunos problemas de salud, los refugiados frecuentemente encuentran barreras para la atención de la salud y la salud mental en sus nuevos países. A través de nuestro programa de bienestar, ayudamos a las familias inmigrantes y refugiadas a superar esas barreras brindando apoyo y navegando por los recursos que mejor se adaptan a sus necesidades.